LA CANOA QUE NAVEGA EN EL OCÉANO INFINITO O SUPAY Y AMAR

    
    
                                                                               





LA CANOA QUE NAVEGA EN EL OCÉANO INFINITO
O
SUPAY Y AMAR
 GatoQ´Ladra
2019
    
    
    
    
    
    
    
    
    
   Prólogo
LA CANOA QUE NAVEGA EN EL OCÉANO INFINITO
O
SUPAY Y AMAR
    
“Lo que se realiza por amor, sucede siempre más allá del bien y del mal”
 Friedrich Nietzsche
     
Esta pieza teatral pos moderna contiene como elementos conceptuales, la dualidad más absurda, el bien y el mal y sus aspectos y equilibrios abordados desde lo teatral. Plasmando en la narración diferentes simbologías y acciones que crea un conducto de imágenes surrealistas que emanan al inconsciente, al mundo de los sueños. LA CANOA QUE NAVEGA EN EL OCÉANO INFINITO O SUPAY Y AMAR es una colmena onírica que presenta al lector/espectador una ilusión absurda e hipotética de un mundo paralelo de dos dioses que representan lo positivo y lo negativo, el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la luna y el sol, el día y la noche. SUPAY/LA MUJER es la velocidad, el fuego y lo denso, la muerte es su esencia nata. AMAR/EL HOMBRE es la calma, el agua, y lo suave, la vida es su esencia nata; ambos contienen una parte del otro, lo intuyen pero no lo aceptan, por ende inventan un falso equilibrio que convierte su existencia como una condena, atrapados en una canoa sin poder tocarse y amándose; dicha canoa representa sus límites, sus muertes y vida.
    
       “El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer.”
                                                   Erich Fromm
    
¿Qué es el bien?, ¿Qué es el mal?, ¿Qué es lo bueno?, ¿Qué es lo malo? Los prejuicios, ataduras y dualidades humanas nos distraen de la verdadera naturaleza humana, nos negamos a entender el universo como un todo y a la ves la nada, todo debe tener un nombre, todo debe ser de una sola manera, sabiendo que la esencia vital de la existencia es la danza de la unión y el caos, y que poco a poco ha ido convirtiéndose en una carrera aún más absurda; no nos conformamos en entender la complejidad humana, cuando estamos imponiendo conceptos, ideales, moralidad que nos aleja de lo que podemos considerar como la verdadera escucha de lo que nos rodea. La vida es el proceso de descubrir y desaprender, de experimentar para trasmitir, pero de igual forma es una telaraña de mentiras que ha venido expandiéndose en el correr de los tiempos, es la lucha infinita del ego, del amor, del olvido y de la casualidad. Un león no es malo por comerse una cebra, está alimentándose, es la naturaleza humana, la pirámide alimenticia. Un ave no es buena por cuidar sus huevos, es instinto de descendencia. Los seres humanos debemos entender que hay un puto que conecta nuestra animalidad con nuestro raciocinio y emocionalidad, que podemos llamar RELATIVIDAD; no todo es de un solo color, hay circunstancias dadas, historia y presente.
   
PERSONAJES
  SUPAY
      AMAR    
                                         
                                                        Índice

                                                 ACTO UNO
                                                        BIEN
            Escena Uno…………………...….Supay.
            Escena Dos……………………….Amar.
            Escena Tres……………………...Canoa.
                                        ACTO DOS
                                             MAL
            Escena Cuatro…………………...Océano.
            Escena Cinco……………………. Infinito.
            Escena Seis………………………Epifanía
                                           ACTO TRES
                                               TODO
             Escena Siete…………………….Aguas rojas
                         Escena Ocho.............................El centro del océano.      
               Escena Nueve.…….…………….………Libertad
ACTO CUATRO
VACÍO
           Escena Diez……………………………..Salta

                Escena Once…………………………..Cascada.




                                 ACTO UNO
                         BIEN
                          
                       Escena uno
                                   Supay
    
Supay:
 Seamos uno
    
Amar:
 No.
    
    
                                                           Escena Dos
                                                 Amar
    
                                                  Supay:
 Saltó al océano infinito silencioso y penetrante. Burbujas salen de mi boca como abejas del panal, veo subir a la superficie aquellas burbujas de colores; es hermoso como estallan, se desvanecen mientras desciendo al infierno húmedo y oscuro. Mis ojos dejan poco a poco de distinguir la luz de las tinieblas llevándome a lo antaño, mostrándome imágenes inconclusas de mis vidas pasadas, hasta llegar al instante en que saltó al océano infinito silencioso y penetrante.
    
                                                   Amar:
Saltó al agua y el cielo se termina de estremecer, las nubes, las estrellas, la luna, el sol, el universo y el infinito en todo su esplendor. Pero era lanzarme e intentar salvarla o ver sentado como el paisaje se derrumba a mi lado. Logro verla, es tan pequeña como un feto y tan lejos como un sueño; nado lo más fuerte que puedo, mientras trozos de cometas y asteroides pasan por mi costado como balas, entre más desciendo más lejos la veo, entre más me acerco más intensa es la presión en mis huesos. La luna estrella su inmensidad en las aguas, causando oleadas y absorciones imparables llevándose todo a su paso, mi boca se abre dejando salir burbujas que parecen medusas, nos acompañan a la nada.

                                     Escena Tres
                                                            Canoa
    
Supay
¿Porque no me salvaste?
    
Amar:
Lo intente.
    
Supay:
Siempre lo intentas
    
Amar:
 Quería dejarte morir sola, pero sabes lo importante que eres.
    
Supay:
Me arrojó para que vengas por mí, es la única manera que podría tenerte cerca.
    
Amar:
¿Cuándo entenderás?
    
Supay:
 Y ¿cuándo lo harás tú?
    
                                                                             Amar:
Siempre será así,  ¿verdad? Quédate ahí, en tu lado y yo aquí, en mi lado mientras que todo es.
    
Supay:
                                                            ¿Porque temerle al caos?
    
Amar:
¿Porque temerle a la inmovilidad?
    
Supay:
Tengo hambre.
    
Amar:
Pesca.
    
Supay:
 Tengo sed.
    
Amar:
Bebé.
    
Supay:
Tengo sueño.
    
Amar:
Duerme. Cierras los ojos, pareces muerta, pero estás más viva que yo. Tus enormes pestañas siempre me han servido para pescar, te las robo cuando duermes, sin que te des cuenta, porque no me darías ni una si estuvieras despierta.   Te robo las pestañas, con la punta de mis uñas las cosecho, con todo el cuidado, como el beso de un bebé; ya perdí la cuenta de cuántas veces te las he robado, como también cuántas veces hemos muerto, de cuantas veces he intentado rescatarte, de cuantas veces te has lanzado al agua por tus ansias incontrolables de llamar mi atención. Eres como un animal, como una bestia marina que tiene hambre de mí, como yo tengo hambre de ti; el deseo que sentimos el uno por el otro, es nuestra maldición y bendición, es lo que nos une y lo que nos divide.
    
                                     ACTO DOS
                                         MAL
    
                                                                      Escena Cuatro
                                                                       Océano
                                                 
Amar:
¿Qué heces?
    
Supay:
Tengo calor.
    
Amar:
¿Porque haces todo más difícil?
    
Supay:
 Porque tú lo haces tan fácil. Quiero nadar.
    
Amar:
Ni lo pienses.
    
Supay:
Tú no me mandas.

Amar:
No vayas a dejar de tocar la bendita canoa.
    
Supay:
No dejaré de tocar la maldita canoa.
    
Amar:
 ¿Qué haces?
    
Supay:
Quiero hacer el amor con un delfín rosado, ¿Te dan celos? estoy pescando idiota, tengo hambre; muero del hambre, tanto que se me caen las pestañas.
    
Amar:
No tienes necesidad de pescar, pesqué suficiente para los dos mientras dormías.
    
                                                                            Supay:
Nunca has sabido mentir, ¡Pescaste con mis pestañas! Siempre lo has hecho, por eso siempre pescas cuando duermo. ¿Porque no usas las tuyas?
    
Amar:
Algunas veces uso las mías, pero las tuyas... son más fuertes y además te crecen rápido.
    
Supay:
Cuando te lo propones puedes lastimar sin tocar y cuando me tocas me robas, me mientes.
    
Amar:
 Has enloquecido.
    
Supay:
 ¿Quieres mis pestañas?, te las daré todas.
    
Amar:
Y con sus dos manos, arranca todas sus pestañas de un solo tirón, y las arroja al océano infinito mientras su cuello se retuerce en círculos y sus ojos se colocan rojos, las pestañas tocan el agua, y de ellas se emana un líquido rojo parecido a la muerte, en la superficie todas las criaturas salen a la vista; son tantas que apenas y la barca puede navegar, ¿Y ahora qué beberemos y comeremos?
    
Supay:
¿Ahora cómo voy a dormir?

                                                                                                                Escena Cinco
 Infinito
    
Amar:
Libertad sobrevuela de tal manera las aguas que los cadáveres bestiales se abren a los lados, creando así la especie de un río infinito, sin curvas, totalmente lineal que desemboca en la cascada.
    
                                                                Supay:
Amar llega al extremo de arrancar todas sus pestañas, amarrarlas entre ellas para crear una red, con la que intenta atrapar algo vivo tantas veces como su moral se lo permite; pero lo único que arrastra a la canoa son peces muertos y contaminados de líquido rojo; ahora no podrá dormir. La canoa nos conduce por un cementerio de ballenas y calamares gigantes que flotan congelados en el tiempo en luchas de vida y muerte, donde distintos peces de colores jurásicos salen a la vista flotando de perfil.
    
Amar:
  Debe llover
    
Supay:
Sabes que no lloverá, aún no es tiempo de lluvia. ¿No sería mejor comenzar de nuevo?
    
Amar:
¿Porque lo haces ver tan fácil?
    
Supay:
Estallemos en miles de pedazos.
    
Amar:
Tu naturaleza es destruir y la mía conservar.
    
Supay:
 Porque no regeneras el océano junto con sus criaturas.
    
Amar:
 Porque dar no es tan fácil como quitar.
    
    
                                                                           Supay:
Pero si me puedes quitar las pestañas, ¿verdad?
    
Amar:
Eso es diferente, Sobrevivimos.
    
Supay:
      Y ahora sobreviviremos en las aguas de los polvos de estrellas.
    
Amar:
 Mientras llegan las lluvias y limpian nuestras aguas.
    
Supay:
¿Y las criaturas?
     
Amar:
Cuando bebamos las resucitaremos.
    
Supay:
 ¿Y si hacemos llover? viste cómo aparecen las nubes cuando nos intentamos tocar.
    
Amar:
 Es muy arriesgado.
    
Supay:
 Arriésgate. Piénsalo, si nos amamos con la suficiente pasión y concentración, puede que llueva tanto que se limpien las aguas.
    
Amar:
 Creo que es otro de tus intentos para satisfacer tus deseos serpiente.
    
Supay:
Quizás. ¿Tienes otra idea ratón?
    
Amar:
Está bien, Toquémonos los dedos.
    
Supay:
No es suficiente.
    
Amar:
Otro dedo.
    
Supay:
No es suficiente.
    
    
Amar:
Besémonos
    
                                                                           Supay:
No es suficiente.
    
Amar
Unamos nuestros universos.
    
Supay:
No es suficiente
    
Amar:
Los vientos soplan, Las aguas rojizas se estremecen, la canoa se mueve sin ninguna dirección fija, gotas de lluvias gruesas y ásperas; pronto estamos debajo de una cortina de cristal, nuestros cuerpos se mojan, besos húmedos, tacto empapado, sentidos derretidos. La misma sensación de la última vez estalla desde mis manos,  mis dedos y brazos se rajan y emanan una luz amarrilla con escarchas negras.
    
Supay:
 ¿Qué pasa?
    
Amar:
No te das cuenta que casi explotamos.
    
Supay:
Si
.
Amar:
Mira mis manos, se estaban desfragmentando.
    
Supay:
Si, la mías también, pero ¿y qué?, ¿y si debe pasar?
    
Amar:
¿Y si no?
    
Supay:
¿Y si no debemos de estar en esta canoa?
    
Amar:
Y si ¿nosotros somos como los polvos de estrellas? y ¿y si algún ente nos mantiene con vida? Algún barco gigantes con miles de ventanas, con un ancla tan grande como la luna; las nubes serían sus océanos, el capitán dios y la tripulación todo su séquito divino.

Supay
Libertad.
    
Amar.
No, Libertad es como nosotros, solo que su mundo son los cielos.
    
    
Supay:
Tanto el de los polvos de estrellas como este.
    
    
Amar:
Si en algún momento tuvimos un dios, ahora está muerto.
Se desangra en las aguas, en el cielo, en los animales y en nosotros.
    
Supay:
Y ¿si no existimos?
    
Amar:
                                             Y ¿si somos un sueño colectivo?
    
                                              ESCENA SEIS
                                                 EPIFANIA

Supay:
Nosotros somos el todo y la nada.

Amar:
Después del chasquido de las grandes rocas, del relámpago mayor; sin ninguna explicación nos encontramos frente a frente sosteniéndose las miradas, tratando de descifrarlos.

                                                   Supay
Recuerdo como escuchábamos las aguas, el cielo, las nubes y las estrellas, recuerdo cuando intentamos tocarnos por primera vez.

                                          Amar
                                        Recuerdo la epifanía

                                                    Supay
                                        Recuerdo la epifanía
                                                     Amar
                                       No busquen respuestas
    
                                                    Supay
                                                            Solo sean
    
                                                                Amar
                            No busquen significados porque no los encontraran
    
                                                                Supay
Más allá de estas aguas hay polvos de estrellas que evolucionan gracias a nosotros.
    
                                                                 Amar
            Esos polvos de estrellas se irán convirtiendo en un árbol cósmico-biológico, hasta ser la sistematización de la complejidad del absurdo total en todo su esplendor.
                                                                  Supay
                               Somos parte de ellos tanto como ellos de nosotros.
    
                                                                    Amar
Llegará el tiempo en que nos uniremos de tal manera a los polvos de estrellas, que hablar de nosotros y de ellos será lo mismo.
    
                                                                Supay
En el proceso moriremos varias veces y naceremos muchas más, mientras que encontramos el equilibrio.
    
                                                       Amar
 No teman, pero tengan en cuenta que esta canoa no es eterna.
    
                                                      Supay
Estaremos para ustedes, porque ustedes son los polvos de estrellas que brillan pero no todo el tiempo, cuando más lo necesitan.

                                                       Amar
 El gran momento, el instante en que nada se repetirá, en que los universos no se restaurarán más y el tiempo correrá sin devolverse y sin parar.
    
                                                                        Escena seis
Aguas rojas
    
Amar:
 No dejo de verme las manos, mientras que lucero no deja de masturbarse; así se distrae del hambre, la sed y el sueño, yo prefiero respirar, pero los cuerpos de las criaturas marinas se descomponen y emanan un fétido aroma; causando que nuestro cielo cada vez se acerca a confundirse con el rojo del océano.
    
                                                      Supay:
El tiempo pasa, las lluvias no llegan, libertad no ha vuelto y la cascada que nos llevará a las aguas de los polvos de estrellas no aparece.
    
                                                        Amar:
 Seguimos vivos, pero el rostro de Supay está estirado, sus muslos han adelgazado, sus brazos se confunden con sus piernas, su cabello negro deja de brillar, y yo, yo soy un muerto en vida.

Supay:
  Volteemos el océano como una sábana.
    
                                                                                              Amar:
Estamos muy débiles
.
Supay:
Si nosotros nos volteamos, voltearemos las aguas. Balancéate conmigo, de un lado |para el otro, vamos intentémoslo, volteemos la canoa, pongámonos de cabeza ¿que podríamos perder? vamos tambaleante.
    
Amar:
Detente.
    
Supay:
Hazlo Amar.
    
Amar:
El sol te ha tostado la poca razón que te quedaba Supay.
    
Supay:
Quizás. Pase lo que pase no sueltes la canoa.
    
                                                       
                                                             Amar
                                               Esperemos a Libertad.
    
                                                                     Supay:
      Y tambaleamos tanto que caímos a las aguas rojas. Suspendidos en el espacio y tiempo
    
                                                        Amar
Aferrados a la canoa.
    
Supay:
Observamos el vació del océano que ahora es rosado.
    
Amar:
Descendemos a lo desconocido. 
    
                                                        Supay:
Las aguas hierven, los cuerpos putrefactos de las criaturas marinas se cocinan, los volcanes marinos estallan. Caemos a un sueño lúcido  de venas cortantes.

                                          ACTO TRES
                                                 TODO

                                                                       Escena Siete.
                                                               El Centro del océano
                                                               
    
Amar:
Nunca sueltes la canoa.
     
Supay:
No ves nada.
    
Amar:
 No sueltes la canoa.
    
Supay:
Algo te toca.
    
Amar:
No sueltes la canoa.
    
Supay:
 No estás solo.
    
Amar:
No sueltes la canoa.
    
Amar:
Es la inmensidad que nos acobija abruptamente.
    
Supay:
No sueltes la canoa.
    
Amar:
Por un momento no existimos, la oscuridad entra en nuestras venas y todo aquello que no es cuerpo se funde con el océano.
    
                                                              Supay:
Escuchamos los pensamientos del otro.
    
                                                               Amar:
                                                          Fuego blanco que no quema.
    
Supay:
 El centro del océano.
     
Amar:
                                                                     Donde nada es.
    
                                                                             Supay:
Y lo es todo a la vez.
    
Amar:
Debemos seguir, desapareceremos si nos quedamos aquí
    
Supay:
  No ciento ni hambre ni sed, ni sueño, hasta mis pestañas volvieron a crecer.
    
Amar:
Igual yo, pero todo es una ilusión; si desaparecemos aquí no volveríamos a resucitar y todo acabaría, no habría regreso.
    
Supay:
Sin regreso
    
Amar:
 Moriríamos para siempre y con nosotros los polvos de estrellas.
    
Supay:
Tal vez eso es lo que debe ser.
    
Amar:
No se trata de ti, se trata de las vidas que otorga tu ser.
    
Supay:
Yo la quito.
    
Amar:
¿Cuál es la diferencia?
     
Supay:
 No encuentro como comenzar a caminar.
    
Amar:
Primero da un paso y después el otro.
    
    
Supay:
No es tan fácil si todas tus vidas has estado sentada en una canoa.


Amar:
Si nadas puedes caminar, sube la canoa a tus hombros.

Supay:
Es muy pesada.

Amar:
Todas nuestras vidas están talladas en ella, ¿si sientes las marcas en sus tablas?, simbolizan cada fin de un nuevo inicio, cada intento fallido de comenzar de nuevo, entre más se talla, menos madera, entre más te lanzas al agua por capricho existencial, más aportas a que se desmantele de una forma poética; cuando algo regresa algo debe quitarse. En algún tiempo si seguimos fallando en mantenernos vivos, puede que aparezcamos flotando en una tabla con un hermoso tallado.
                             
                                                                ESCENA OCHO
                                                                      LIBERTAD

Supay:
 Ya no quiero seguir.

Amar:
Siempre dices lo que yo nunca diré.

Supay:
                                           Siempre haces lo que yo nunca are.     

Amar:
Descansemos.

Supay:
Quiero descansar para siempre.
    
Amar:
Respira.
    
Supay:
Respirar sin amor es como la nada.
    
Amar:
Ama la nada y lo amaras todo.
    
Supay:
Te amo a ti.
    
Amar:
Y yo a ti.
    
                                                                            Supay:
Dame un poco de tu eternidad y yo te daré de la mía.
    
                                                                              Amar:
¿Cómo sabes que aquí no pasara nada?
    
Supay:
Solo lo sé. Si estamos caminando con la canoa a hombros, también es posible que nos podamos tocar sin que las grietas doradas aparezcan.
    
Amar:
 No.
    
Supay:
Amas más a esta prisión.
    
Amar:
Tú la ves como una prisión, yo la veo como un hogar.
    
Supay:
Somos tan diferentes.
    
Amar:
Diferentes somos. Supay deja caer la canoa de una manera exorbitante, ¿Qué estás haciendo?, se lanza a mis brazos, entierra sus uñas en mi espalda; no me duele porque me alivian sus besos en mi boca, la tomó del cabello, su cabeza hacia atrás, comienzo a besarle el cuello y la dejó caer. Pudiste partirla.
    
Supay:
Me encantaría tener esa actitud,  vulgar pero decente, versátil y al mismo tiempo ignorante y demente con una pizca de realismo, daría cualquier cosa por tenerla, porque muerdo y no como, ni lavo ni presto la batea, siento un vacío en mi corazón; una vida complicada, pero es mi vida, que daría yo por tener la vida de los demás, pero sin soltar la mía, esa vida caóticamente hermosa que solo tengo yo.

Amar:
            De repente una luz penetrante que es causada por libertad que está en forma de ave desciende de las aguas, se posa en mi mano y comienza a picotear mis dedos sin dolor alguno; no sabía que podía llegar hasta aquí. Sin previo aviso Supay la agarra de un ala, mientras que le tengo la otra; todo se detiene, le arrancamos las alas a Libertad que se alarga, saca colmillos y se cubre de piel escamosa, escarba un agujero en el centro del océano y entra en él. La única criatura que nos acompañaba y que nos ayudaba en este infierno ya no puede volar y no podrá salir de aquí nunca; como no podemos matarnos entre nosotros, acabamos con todo lo que nos rodea. Te odio.
Supay:
Y yo a ti.
    
Amar:
 Ven.
    
Supay:
 ¿Me matarás?
    
Amar:
Aquí no morirías, si no que te convertirías en  otro ser, quiero verte totalmente muerta; por eso te amare.
    
Supay:
El amor es más cruel que la muerte. Estrellamos nuestros cuerpos, volamos, saltamos y danzamos al ritmo de nuestras pulsaciones que se unifican en un solo tempo.
    
                                                    Amar:
Nos perdemos en la irreverencia de nuestros movimientos, en el caos de nuestra pasión y vehemencia, en la cúspide de nuestros deseos.
    
                                                   Supay:
            Somos uno con el todo y la nada, un infinito tiempo retenido de instinto se desborda en nuestras pieles, en los ojos que se empañan, en los oídos que todo lo captan, la respiración que se acelera, en los labios que se ejecutan por sí mismos, en las lenguas que exploran cada rincón, en nuestros dedos que son gusanos que  Somos uno con el todo y la nada, un infinito tiempo retenido de instinto se desborda en nuestras pieles, en los ojos que se empañan, en los oídos que todo lo captan, la respiración que se acelera, en los labios que se ejecutan por sí mismos, en las lenguas que exploran cada rincón, en nuestros dedos que son gusanos que escarban cada tejidos, cada rincón, todo el tacto que nos engancha en una coreografía de odio y amor, de ira y alegría, de vida y muerte.


Amar:
Las sensaciones y sentidos nos encadenan en una secuencia de posiciones corporales que se entrelazan cuidadosa y fluidamente, como una rutina ya planeada, pero la verdad es que solo sigo tus gemidos y tú sigues los míos.
    
                                                        ESCENA NUEVE
                                                                SALTA



Amar:
 Falta poco.
    
Supay:
No quiero soltarte.
    
Amar:
No siento mi brazo.
    
Supay:
 Estamos desapareciendo.
    
Amar:
Corre.
    
Supay:
 No puedo.
    
Amar:
Falta poco.
    
Supay:
No quiero soltarte.
    
Amar:
¡Vamos corre conmigo!
    
Supay:
Es hora de volver.
    
Amar:
No voy a soltarte.
    
Supay:
No siento mi pecho.
    
Amar:
 Estamos desapareciendo.
    
Supay:
¡Salta!
.
Amar:
Y brincamos tan fuerte como nuestras fuerzas lo permiten, dejando atrás el vacío y ascendiendo dilatadamente a nuestra realidad como si la canoa fuese un globo aerostático, ascendemos sin dejar de vernos a los ojos, como si ambos intentábamos decirnos algo; sea cual sea que se quiere expresar, nunca se dijo, quedó dando vueltas en nuestros pensamientos como un pez en una pecera. 
    
    
                                                          ACTO CUATRO
                                                     VACÍO
    
                                                                       Escena Diez
Cascada
    
Supay:
En la superficie la canoa flota, con nuestros cuerpos bronceados por el fuego frío e indoloro del centro del océano; somos más almas que carne. Dos esqueletos en una canoa cubiertos por una capa fina de pellejo, que miran el cielo rojo limitándose a respirar el aire nauseabundo. Algunas veces cerramos los ojos e imaginamos que estamos muertos, o recordamos cuando estuvimos juntos en ese instante en que nuestros cuerpos fueron uno solo, para sentirnos vivos.
    

Amar:
Agua se filtra en la canoa, de mi lado se descubre una raja en sus pisos. Es verdad, como no podemos destruirnos entre nosotros, acabamos con todo lo que nos rodea. 
    
Supay:
Todo lo que toco lo destruyo, todo lo que acaricio se desmorona, acabó todo hasta el fin, soy un punto sin retorno. Una vez más me pongo en pie y miró las aguas para lanzarme a ellas.
    
Amar:
 ¡No Supay!
    
Supay:
            Lo tuyo es la vida, lo mío es la muerte, yo vivo cuando estoy muriendo, es lo que sé hacer mejor, desfallecer, derrumbarme, soy adicta a morir ahogada.
    
Amar:
 ¡Espera!
    
Supay:
Y ¿qué esperar?, ¿que la canoa se termine de hundir?, ¿que nos mate el aire?, ¿morir de sed, de hambre y de sueño?, ¿Esperar que nos matemos entre nosotros?, ¿esperar que llueva? Sea cual sea el camino, el  fin siempre será la fría y húmeda muerte. Mi reflejo me llama, me hace señas para que me acerque a él, me sonríe, me idiotiza, me roba mi mirada, mi atención, no escucho nada, nada más existe, solo las ganas de arrojarme al vacío. Pensé que era solo por ti, pero ahora sé que siempre fue por mí.
    
Amar:
 Solo está ahí, de pie, mirando su reflejo, hipnotizada por las ganas de morir, diciendo incoherencias. Si ama tanto la muerte, podría llegar a entender que la  muerte es lo que mantiene vivo. Su cuerpo comienza a inclinarse hacia adelante; la canoa se hunde cada vez más, hacer ondas con sus dedos como un ritual para entregarse a la muerte. Es adicta a morir ahogada
.
Supay:
Cuanto quisiera que todo fuese un sueño, pero cada vez todo es más real.

Amar
Nuestros ojos están secos de tanto mirar el sol.



Supay
La piel se incrusto en los huesos, nuestros cabellos se cayeron, igual que las uñas, nos pudrimos igual que las bestias marinas.


Amar:
            Con mis últimas fuerzas intenté acercarme a Supay, el agua se filtra cada vez más rápido como una herida abierta que filtra sangre, la canoa casi desaparece en su inmensidad.
    

Supay:
Pero antes que se perdiera, entramos a aguas turbulentas que nos hace brincar, la fuerza de las aguas nos empuja, nos empapa, todo para prepararnos para caer al abismo de la cascada tan infinita como el océano mismo, nuestros cuerpos se suspenden en el aire, nos miramos mientras que nos alejamos.
    
                                                       Supay:
La tierra tiembla y se quiebra, una luz cegadora sale disparada de una las grietas, es Libertad que se escapa del centro del océano; nos acoge, nos une y acompaña en esta caída por los aires, sin pensar en las consecuencias o en el futuro, en lo que pasara o podría llegar a suceder.
    
                                                         Amar:
Nos desfragmentamos, los rayos de luz salen con las escarchas negras, nada importa, que pase lo que ha de pasar.
    
                                                         Supay:
Las grietas se vuelven agujeros, y los agujeros vacíos y los vacíos aires, hasta que justo antes de tocar el agua de los polvos de estrellas nos convertimos en el todo y la nada.
Amar:
Somos el tiempo
    
Supay:
Somos libres
     
Supay/Amar
                                                Uno con los polvos de estrellas.
    
    
                                       
FIN DE LA CANOA QUE NAVEGA EN EL OCEANO INFINITO O SUPAY Y AMAR
    


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